El agua canta en la garganta de las cascadas
Su voz de cristal quiebra la quietud del aire
Y se alegra lamiendo las orillas con su lengua
de espuma.
Sabe a cielo derretido: lluvia dulce, mar
salado.
Una caricia líquida para labios sedientos
Dejando destellos de niebla con su beso
fugaz.
Huelo el perfume de tierra despierta
después de su paso descalzo.
El aliento del musgo y del bosque
son arrastrados
por el frío grito de la brisa.
Baila entre mis dedos
con su destreza de serpiente:
se enrosca
tensa
suelta.
A veces viste de hielo,
a veces muere en la arena.
Espejo de estrellas, piel de cielo,
insolente limosnera de lágrimas
que ahogas
con todas tus fuerzas
la vida del mundo entero.
Poema publicado en la Bitácora del Pequod · Febrero, 2025.
2 Comentarios
Creo que asi es, en los poemas, el agua, el sonido que hacen, cobran vida y se vuelven protagonistas, me gusta tu cadena de pensamientos hechos letras.
ResponderEliminarGracias, un abrazo.
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